Contrario a mitos populares, el chocolate no es un afrodisíaco, pero contiene pequeñas dosis de un químico llamado feniletilamina, que eleva de manera leve el estado de ánimo.
El cacao contiene un gran número de estimulantes leves, como la cafeína y la teobromina. Aún así, no provoca un efecto físico fuerte, como algunas personas piensan; ésto se debe en mayor parte al azúcar que se le agrega. Sin embargo, beber una taza de chocolate antes de un alimento puede disminuir el apetito.